Entrar en mi habitación (aunque aquí paso la mayoría del tiempo) siempre es un escape del mundo. De mi mente, a veces también. Otras es entrar en ella jajajaja.
¿Pero no os pasa?
¿No tenéis un sitio, un lugar, un rincón en este mundo tan inmenso, que os haga sentir paz?
Habrá quién me dirá ‘tú eres tu lugar seguro’ o ‘la paz se encuentra en uno mismo’.
Pues no.
Para los PAS, a veces no es así.
Habitarme se vuelve un reto y como de costumbre me lo tomo muy personal.
Pero vuelvo ahí.
A las luces tenues. Verde. Rojo. Rosa. Amarillo. Morado. Morado más oscuro. Azul.
Las luces Led de mi cuarto me recuerdan a un campo de flores de colores.
Al final, mi espalda siempre me atrapa entre las sábanas. Pero miro los colores. Y ahí encuentro paz.
La que no me da mi cuerpo.
La que no me da mi dolor.
Las punzadas, la ciática, el nervio pinzado, el hormigueo en la planta de los pies.
Yo solo tengo 19 años. Pero mi cuerpo lleva el peso de mil vidas.
¿Sabías que de tanto pinzarse un nervio en la columna puede dejarte sin sensibilidad en los pies?
Yo tampoco lo sabía.
Ahora, ya sí.
El borde de los talones ya casi no responde. Sigo preguntándome si algún día recuperaré eso. O si seguiré perdiendo más... y más…
Tengo miedo.
Siempre lo tengo.
Pero ahora sé volver a las luces.
Y puedo ver flores de colores.
Gracias por leerme.
-Mireia Kemet
Me quedo con la frase ...ahora se volver a la luz 🫂💡
Cómo te entiendo Mireia!! Habitarse se convierte en un reto, siendo PAS...y no hay nada mejor que conocerse bien y saber qué nos ayuda a recargar la energía y que la agota.
Nunca he probado con luces de colores, me ha dado curiosidad, un día probaré a ver...
De momento a mí me pasa que si necesito recargar energía, en una zona con libros, como librería, biblioteca o mi propia estantería llena de libros...ahí consigo regularme.
Espero y deseo que recuperes la sensibilidad del tobillo y todo lo demás 🫂😘